En el numero 56 de la Castellana abría recientemente sus puertas el Vintage, un restaurante de cuidado diseño, con espacio y oferta también para el after work y con todos los detalles para hacer soñar al comensal. "La ilusión es el primero de los placeres". Y eso, ilusión, es precisamente lo que siente el cliente de Vintage al cruzar el umbral de su puerta y encontrarse con un enigmático pasillo de bienvenida, "empapelado" con alguna de las frases más célebres de Oscar Wilde y animado con una selección musical diferente a la del interior del local y basada en los greatest hits de los años 20.
Es el anticipo, como la sentencia de Wilde, a una sala llena de detalles y pequeños placeres de los que permiten soñar: desde la mesa Perrier-Jouet, un rincón mágico para una velada especial, el tablero ciempiés para compartir el after work, la selección de vinos y cócteles con propuestas de lo más atrevidas y la cocina, de sabores bien definidos. Hasta la mismísima presentación de las cartas, en exclusivas tapas de polipiel, están cuidadas y pensadas para trasportar al cliente, durante unas horas, a un mundo onírico de experiencias nuevas y sorprendentes.
Vintage es el proyecto más personal de una joven pareja enamorada de la gastronomía: el madrileño José Manuel Rico-Zorrilla y su mujer, la mexicana Diana Burilllo. Ella, que estudió cocina por hobby y decoración por vocación, ha conseguido aunar en Vintage sus dos pasiones ya que ha sido la encargada de diseñar el local hasta el último detalle.
Vía – DecoEstilo