Quienes nos movemos en bicicleta por la ciudad, sabemos que uno de los dramas más grandes es tener el espacio perfecto para guardarla sin problema (en la casa o en la oficina). Especialmente en apartamentos pequeños, una bicicleta implica grandes dilemas para poder acomodarla en un espacio reducido.
Es por esto que el diseñador chileno Manuel Rossel pensó en un a solución creativa. Tomando como soporte las paredes, Rossel inventó una línea de muebles que funcionan perfecto para guardar bicicletas en espacios diminutos. Cada uno de estos muebles se ha diseñado con unas ranuras donde entran las llantas de la bicicleta, logrando que se equilibre fácilmente. Son modernos y muy funcionales, además una buena idea para cambiar el culto a la televisión en las salas, por las bicicletas y los libros.
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