Llamado ‘la Lejeune Residence’, la que solia ser una casa dúplex abandonada en Montreal. Ahora se ha convertido en esta casa unifamiliar con interiores flexibles y un jardín exterior amplio. Los espacios diáfanos se han organizado para proporcionar una sutil distinción entre el interior y el exterior. Durante el verano, los muebles de la sala de estar se mueven afuera de la terraza que está en el mismo nivel. Esta extensión natural del espacio vital de la casa permite a los propietarios disfrutar de actividades al aire libre e incluso durante los meses más fríos, la chimenea y el jardín se puede disfrutar tanto desde el interior como desde el exterior, borrando los límites entre los dos. La cocina, comedor y salas de estar se han unificado como un único espacio, mientras que los materiales y los colores de los muebles definen diferentes zonas y realzan la sensación de fluidez de los espacios interiores.
