Con ese rimbombante nombre, el Aula del Futuro, se ha presentado en Australia un impresionante concepto de lo que puede ser el centro educativo sostenible de las próximas décadas. El diseño está causando ya toda una revolución, tanto en el campo arquitectónico como en el sector ecológico, ya que ambos elementos se unen en él.
Creado por el estudio de arquitectura LAVA, el Aula del Futuro es un ambiente de aprendizaje reubicable, versátil e inteligente. Está compuesto de una cubierta de madera prefabricada, tres módulos de servicio también de madera, paneles inteligentes que pueden actuar como ventanas, y un zócalo que contiene tanques subterráneos de recogida de agua de lluvia, todo ello aislado de acuerdo con el clima en que se vaya a ubicar el edificio.
Los tres módulos se pueden interconectar para crear espacios mayores, en función de las necesidades educativas. Además, el exterior se articula también como zona docente al aire libre.
El diseño incorpora sistemas de refrigeración por evaporación, concectado a los tanques subterráneos, lo que permite mantener la temperatura en el interior. La azotea cuenta con una delgada película fotovoltaica, que permite aprovechar la luz del sol para generar electricidad.
Los módulos también pueden ser duplicados o situados uno encima de otro, con el fin de crear edificios de dos plantas. Todo el concepto es moldeable y adaptable en función de las necesidades y del medio ambiente, y de los alumnos.
Como pueden ver en las imágenes, puede ser una buena solución para la implantación rápida de aulas educativas, aunque creemos que falta por ver como se integran en el diseño el resto de necesidades que tienen edificios de este tipo, como servicios o nuevas tecnologías.
Vía – Labrujulaverde