Nueve burbujas blancas fueron construidas por el arquitecto Pascal Haüsermann y depositadas en una pequeña isla fluvial de la región de Lorraine, Francia, en 1967. Su finalidad, ser un emplazamiento hotelero original. Hoy en día, además de recuperar su espíritu y función, ofrecen una cafetería y un espacio polivalente en el que se realizan exposiciones, conciertos o teatros. Es el Museuhotel