Un baño minimalista es una opción siempre elegante de crear una imagen depurada, limpia y sencilla. Ya hemos hablado alguna vez de cómo crear baños minimalistas que apuesten por la sobriedad y que al mismo tiempo resulten funcionales, pero hoy quiero resumir toda la información en unos truquillos que te ayuden a la hora de decorar la estancia.
La regla básica es encontrar el justo medio entre poner pocos muebles y tener suficiente almacenaje. Veamos qué más tener en cuenta para lograr un baño minimalista relajante y con un estilo zen.
- Sobre los colores, no hay duda, ¡apuesta por el blanco! Este color transmite sensación de limpieza y de tranquilidad, ayuda a sacar partido de la luz y amplia visualmente el espacio, ¿qué más se puede pedir? Puedes combinarlo con tonos crudos, o, por contraste, con el color negro.
- Lo ideal es dejar las paredes tal cual, pintadas en blanco o algún tono crudo, en lugar de recubrirlas de baldosas. En cuanto al suelo, busca un revestimento sin juntas que de sensación de continuidad.
- Busca muebles sencillos y de líneas rectas, y pon solo los estrictamente necesarios. (Pero mejor poner estanterías discretas que llenar el lavabo de cremas y vasos, eso desde luego). Piensa en tus necesidades y, especialmente si el baño es grande, asegúrate de contar con suficiente espacio de almacenamiento, pero siempre en muebles con líneas puras.
- Para los complementos como toalleros o jaboneros, inclínate por materiales como el cristal, el aluminio o el acero. También pueden formar parte de los muebles.
- No satures el ambiente de adornos, pero sí puedes poner algunos accesorios de decoración como plantas sencillas tipo cañas, cuadros pequeños o detalles en madera o piedra.